Mitos y realidades sobre las certificaciones NOM

Ultima modificación 12/03/25

Las certificaciones NOM son fundamentales para muchas industrias en México, pero a menudo existen malentendidos sobre su proceso, requisitos y aplicación. A continuación, desmentimos algunos de los mitos más comunes sobre las certificaciones NOM y aclaramos las realidades que las rodean.

Mito 1: Solo las grandes empresas necesitan certificarse

Realidad: Todas las empresas, sin importar su tamaño, deben cumplir con las NOM si sus productos o servicios están regulados. Desde pequeñas empresas hasta grandes corporaciones, cualquier organización que comercialice productos dentro del territorio mexicano debe cumplir con las normas aplicables para evitar sanciones y garantizar la calidad y seguridad de sus productos.

Mito 2: Obtener una certificación NOM es un proceso extremadamente largo y complicado

Realidad: Si bien el proceso de certificación puede parecer complejo, con la documentación adecuada y una asesoría profesional, puede ser más rápido y eficiente. Muchas demoras ocurren por errores en la presentación de documentos o por desconocimiento de los requisitos específicos de cada norma. Contar con expertos en certificaciones facilita el proceso y reduce los tiempos de aprobación.

Mito 3: Si un producto ya cuenta con certificaciones internacionales, no necesita una NOM

Realidad: Aunque algunas certificaciones internacionales como ISO, CE o UL pueden tener equivalencias con ciertas normas mexicanas, en la mayoría de los casos es necesario obtener la certificación NOM específica para poder comercializar en México. Cada país tiene sus propias regulaciones y es importante cumplir con los requisitos nacionales para operar legalmente en el mercado mexicano.

Mito 4: Una vez que obtienes una certificación NOM, es válida para siempre

Realidad: Muchas certificaciones NOM tienen una vigencia limitada y requieren renovación periódica. Dependiendo del tipo de norma y del producto, las certificaciones pueden tener una validez de uno a cinco años, por lo que es importante dar seguimiento a sus fechas de expiración y planificar su renovación con anticipación para evitar problemas legales o comerciales.

Mito 5: Las certificaciones NOM solo aplican a productos importados

Realidad: Las NOM no solo regulan productos importados, sino también aquellos fabricados en México. Toda empresa que fabrique, importe o distribuya productos sujetos a normativas debe cumplir con las regulaciones establecidas para garantizar su comercialización en el país.

Mito 6: Cumplir con las NOM solo implica costos adicionales para la empresa

Realidad: Aunque obtener certificaciones NOM puede representar una inversión inicial, en el largo plazo brinda múltiples beneficios, como la reducción de riesgos legales, acceso a nuevos mercados, mejora de la reputación de la empresa y mayor confianza por parte de los clientes. Además, cumplir con las normativas evita multas y problemas regulatorios que pueden resultar mucho más costosos.

Conclusión

Entender la realidad detrás de las certificaciones NOM permite a las empresas cumplir con sus obligaciones de manera eficiente y evitar errores comunes que pueden retrasar su proceso de certificación. Si tienes dudas sobre la normativa aplicable a tu industria, es recomendable contar con asesoría profesional para optimizar el proceso y garantizar el cumplimiento normativo.

¿Tienes más dudas sobre las certificaciones NOM? Contáctanos y aclaramos cualquier inquietud.

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Errores comunes al tramitar una certificación NOM y cómo evitarlos

Ultima modificación 12/03/25

Las certificaciones NOM son fundamentales para muchas industrias en México, pero a menudo existen malentendidos sobre su proceso, requisitos y aplicación. A continuación, desmentimos algunos de los mitos más comunes sobre las certificaciones NOM y aclaramos las realidades que las rodean.

Mito 1: Solo las grandes empresas necesitan certificarse

Realidad: Todas las empresas, sin importar su tamaño, deben cumplir con las NOM si sus productos o servicios están regulados. Desde pequeñas empresas hasta grandes corporaciones, cualquier organización que comercialice productos dentro del territorio mexicano debe cumplir con las normas aplicables para evitar sanciones y garantizar la calidad y seguridad de sus productos.

Mito 2: Obtener una certificación NOM es un proceso extremadamente largo y complicado

Realidad: Si bien el proceso de certificación puede parecer complejo, con la documentación adecuada y una asesoría profesional, puede ser más rápido y eficiente. Muchas demoras ocurren por errores en la presentación de documentos o por desconocimiento de los requisitos específicos de cada norma. Contar con expertos en certificaciones facilita el proceso y reduce los tiempos de aprobación.

Mito 3: Si un producto ya cuenta con certificaciones internacionales, no necesita una NOM.

Realidad: Aunque algunas certificaciones internacionales como ISO, CE o UL pueden tener equivalencias con ciertas normas mexicanas, en la mayoría de los casos es necesario obtener la certificación NOM específica para poder comercializar en México. Cada país tiene sus propias regulaciones y es importante cumplir con los requisitos nacionales para operar legalmente en el mercado mexicano.

Mito 4: Una vez que obtienes una certificación NOM, es válida para siempre

Realidad: Muchas certificaciones NOM tienen una vigencia limitada y requieren renovación periódica. Dependiendo del tipo de norma y del producto, las certificaciones pueden tener una validez de uno a cinco años, por lo que es importante dar seguimiento a sus fechas de expiración y planificar su renovación con anticipación para evitar problemas legales o comerciales.

Mito 5: Las certificaciones NOM solo aplican a productos importados

Realidad: Las NOM no solo regulan productos importados, sino también aquellos fabricados en México. Toda empresa que fabrique, importe o distribuya productos sujetos a normativas debe cumplir con las regulaciones establecidas para garantizar su comercialización en el país.

Mito 6: Cumplir con las NOM solo implica costos adicionales para la empresa

Realidad: Aunque obtener certificaciones NOM puede representar una inversión inicial, en el largo plazo brinda múltiples beneficios, como la reducción de riesgos legales, acceso a nuevos mercados, mejora de la reputación de la empresa y mayor confianza por parte de los clientes. Además, cumplir con las normativas evita multas y problemas regulatorios que pueden resultar mucho más costosos.

Conclusión

Entender la realidad detrás de las certificaciones NOM permite a las empresas cumplir con sus obligaciones de manera eficiente y evitar errores comunes que pueden retrasar su proceso de certificación. Si tienes dudas sobre la normativa aplicable a tu industria, es recomendable contar con asesoría profesional para optimizar el proceso y garantizar el cumplimiento normativo.

¿Tienes más dudas sobre las certificaciones NOM? Contáctanos y aclaramos cualquier inquietud.

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